Julio César es el dictador romano y el antagonista principal de los comics. Muchas de las historias involucran sus proyectos a fin de conquistar este pueblo galo, la última celebración en contra de sus legiones. En otras ocasiones, el pueblo tiene que (indirectamente) acudir en su ayuda, pero más a menudo es una gran vergüenza para él en el senado romano - en por lo menos un libro, el Senado entero se está riendo de él después de un plan fracasó. A pesar de ello, siempre hay un respeto mutuo entre él y Astérix, y la sensación de que no es tan malo (aparte de tratar de conquistar). Él también se destaca por ser un hombre de honor, ya que cada vez que Astérix y Obélix alguna manera terminan ayudando a César, César siempre se les concede un favor que se le pida, usualmente teniendo que ver con el propósito de la aventura de nuestros héroes. Va tan lejos como para reconstruir el pueblo galo todo cuando fue destruida por Bruto, que estaba tratando de secuestrar al hijo de César, a quien Astérix regresó a salvo a su familia (Astérix y el Hijo). La aparición de César se basa en retratos que se encuentran en las monedas romanas.
Trivia
- La frase que él suele decirle a su hijo adoptivo Brutus en más de un álbum, "Tú también hijo mío" ("Tu quoque fili"), hace referencia a aquella que él dijo cuando fue asesinado por varios senadores de Roma, entre los cuales se encontraba Brutus. Sumado a esto, se hace más de una referencia a que Brutus sería uno de los responsables de su muerte, cuando por ejemplo Brutus expresa en pensamientos su intención de asesinarlo o cuando Julio César está junto a su hijo adoptivo, quien porta un puñal.