Graco Linus es el centurión romano a cargo del campamento fortificado de Petibonum, sucediendo en el cargo al anterior centurión, Caius Bonus.
HISTORIA Sus apariciones se reducen a tan solo dos entregas de la serie: "Asterix Gladiador" y "La vuelta a la Galia de Asterix". En Asterix Gladiador es visitado un día por el prefecto de las Galias, Caligula Pocospelus. Este se veía obligado a partir a Roma en un corto espacio de tiempo, y para cumplir con la tradición decidió portar a Julio Cesar un gran regalo, en concreto uno de los irreductibles galos de la región, tras desechar la idea de regalarle una libreta para sus reuniones por considerarlo banal. Graco Linus advertiria al precepto de que esto era una mala idea, precisamente porque estos son invencibles, sin embargo acabó llegando a la conclusión de que había uno de ellos que era un poco más inofensivo que el resto, Asuranceturix, el cual tiene por costumbre pasea por el bosque en busca de inspiración. El centurión recibiría la orden por parte del precepto de capturarlo. Este sería eventualmente capturado y llevado al campamento, para deleite del precepto, y para preocupación de Graco Linus, que remarcaba que habria que temer las represalias de los galos. Tras esto Asuranceturix será embarcado en la galera del precepto rumbo a Roma. El jefe galo Abraracurcix enterado de esta noticia y encolerizado mandará lanzar un ataque punitivo al campamento en señal de represalias. Graco Linus consciente de este ataque mandaría formar a su legión, informando no obstante a esta que lo unico a lo que han de temer es a los galos. El centurión mandó adoptar una postura defensiva a sus tropas, las cuales debido a una mezcla de miedo e incompetencia se verían totalmente abrumadas por el contundente ataque galo, para desgracia del centurión, que montaría en cólera. Graco Linus acabaría cara a cara con Asterix tras ser localizado por este, sin embargo se acabaría rindiendo tras no poder defenderse debido a la fuerza sobrehumana del galo, y confesando que el bardo estaba rumbo a Roma para ser ofrecido como regalo a Cesar. Asterix acabaría lanzando al centurión por los aires, aterrizando sobre uno de los muros del campamento, ordenando a los soldados entre gritos debido a lo humillante de la aplastante derrota que volvieran a poner en orden el campamento. Graco Linus a pesar de todo saldría ileso del ataque. En La vuelta a la Galia de Asterix Graco Linus sigue a cargo del campamento fortificado de Petibonum. En estos tiempos el campamento vive una época de calma, la cual se ve turbada cuando Graco Linus es visitado, mientras estaba tomando tranquilamente una copa de vino en su tienda, por un inspector general romano de nombre Lucilius Flordelotus. Esto ciertamente toma por sorpresa al centurión, que con la copa escondida en su espalda pregunta al inspector por Cesar, respondiendo este último que Cesar se encuentra muy molesto, ya que toda la Galia se encuentra ocupada por los romanos, menos la aldea de los irreductibles galos. Tras insinuar el centurión que que significaba eso el inspector afirmó que atacarían y pondrían bajo control el poblado galo, a lo que Graco Linus no se mostró particularmente a favor, argumentando la demostrada invencibilidad de los galos. Flordelotus haría caso omiso a las razones del centurión, el cual mostraba un semblante de cierto temor, quizás recordando el anterior ataque galo sobre el campamento. Sus legionarios incluso irían un paso más allá, llegando a afirmar estar enfermos para no participar en el ataque, para ira del inspector. Ninguna de estas razones sería escuchada por el inspector y ese mismo dia la legión se pondría en marcha a atacar el poblado galo, siendo avistados en el camino por Asterix, que se encontraba en ese momento en el bosque cazando jabalís con Obelix. Estos darían la voz de alarma en el poblado, y para el momento en el que la legión de Graco Linus se encontraban casi en las puertas del poblado sería atacada por los galos. El precepto mandó atacar pero el centurión paralizado por el miedo al igual que toda la legión apenas pudo alcanzar a llamar a su madre. La legión, como Graco Linus advirtió a Flordelotus fue victima de una flagrante derrota, en la que el centurión fue herido en un ojo y una pierna. El inspector reaccionó mandando aislar la aldea con un elevado muro construido a base de troncos de árboles. Cuando los galos se enteraron de esto Asterix ofrecería al inspector una apuesta, en la que escaparía a la empalizada y daria una vuelta a la Galia en la que iria obteniendo especialidades de cada región. Para que Asterix y Obelix escaparan al bloqueo el resto de galos atacó este por el sur, mientras Asterix y Obelix escapaban por el norte. De esto se daría cuenta el centurión Graco Linus, que informó al inspector Flordelotus muy perspicazmente que tal cosa solo podía haber sido llevada a cabo por Asterix y Obelix, los cuales en palabras del centurión siempre están a la busca de ridiculizarlos. Cabe mencionar que el centurión ya conocía a Asterix tras su breve encuentro en Asterix Gladiador. El inspector Flordelotus entraría en cólera tras escuchar esto y mandaría que se lanzara una alerta general a caballo por toda la Galia para que localizaran a los dos galos, remarcando el centurión que si estos ganan la apuesta serán la risión de toda Roma. Como bien es sabido los galos ganarían la apuesta, siendo informado el inspector Flordelotus, quien esa misma noche, con un aire malhumorado se dirigiría a la aldea gala a presenciar las pruebas de su derrota en compañía de un fiel Graco Linus. El inspector finalmente acabaría recibiendo un puñetazo por parte de Asterix que haría que saltara por los aires, quedando muy aturdido en el aterrizaje, siendo la última imagen de la historia Graco Linus ventilándolo con cara de preocupación. Graco Linus no volvería a aparecer en más historias de Asterix. Su destino es incierto, siendo posible que fuera relegado de su puesto a cargo del campamento, que fuera transferido a otra parte del imperio o bien que se retirará de la vida militar.
RASGOS Y PERSONALIDAD La personalidad de Graco Linus varía de un tomo a otro. En "Asterix Gladiador" posee una personalidad más bien seria, con unas tropas a las que tambien se traslada esto, con una casi siempre eficiente organización y profesionalidad. Se nos muestra también un centurión valiente, que se batirá en combate hasta la muerte con Asterix, cambiando de opinión rapidamente cuando se percata de su clara desventaja. También se ve su lado más temperamental, ordenando a legionarios que se pusieran los cascos o que ordenaran el campamento tras la batalla en este. El hecho de que esta última orden la diera encolerizado es también prueba de que su orgullo se vió afectado tras esta derrota. En "La vuelta a la Galia" posee una personalidad bastante más "reprimida", denotando sus gestos y palabras cierto temor, mas aún, tras saber las intenciones del inspector Flordelotus de atacar el poblado galo. También parece que ejerce un control más laxo sobre sus legionarios, los cuales tras los eventos del anterior tomo y al igual que el centurión parecen vivir de una manera más relajada. El centurión parece asimismo sentirse asimismo molesto de nuevo ante la idea de que los galos vuelvan a ridiculizar a los romanos con la apuesta. Este temor a los galos sería pasajero, ya que al final del viaje, el centurión iría con el inspector Flordelotus sin sus legionarios al poblado galo a certificar la derrota de este, entrando al poblado con un aire muy sereno, quedándose en este para ayudar al inspector a levantarse tras el golpe de Asterix. En general se puede describir a Graco Linus como un centurión serio y honorable, profesional y siempre fiel a sus legionarios y sus superiores, lo cual se aprecia cuando cumple las ordenes de estos a pesar de su riesgo o cuando se quedaría solo en el poblado galo ventilando al inspector con una servilleta cuando este está aturdido en el suelo. Es uno de los centuriones romanos más formales, lo cual se aprecia cuando acompaña al inspector Flordelotus al poblado galo, entrando a este casco en mano, con un aire de gran dignidad y humildad. El hecho de que no dejara solo al inspector Flordelotus en el poblado galo tras el golpe de Asterix denota su gran lealtad y calidad humana, mostrando gran valentía quedándose en vez de huir tras el incidente.