En el pueblo, se celebra el cumpleaños de Astérix y Obélix, quienes nacieron el mismo día. De sorpresa, han llegado al pueblo directamente de Condate (Rennes) Praliné y Gelatina, las madres de Astérix y Obélix, respectivamente. Ambas les regalan a sus hijos regalos de sus padres. A Astérix se le regala una espada y a Obélix un casco romano para su colección. En su estadía, las madres de Astérix y Obélix insisten en que sus hijos deben conseguirse una buena esposa.
Sin embargo, lo que no sospechan Astérix y Obélix es que aquellas armas que les regalaron sus padres le pertenecen a Pompeyo, general romano enemigo de Julio César. Esas armas las usó el antiguo legionario romano Romeomontesco (el mismo borrachín al que le regalaron un lote de terreno con la aldea gala, véase El regalo del César) como pago por un buen tonel de cerveza. Por esto, los romanos toman presos a Astronómix y Obelodálix, los padres de Astérix y Obélix, respectivamente. Al prefecto Bonusmalus se le ocurre una solución para recuperar las armas de Pompeyo y es con los encantos de la bella Falbalá. Claro que en realidad no se trata de la auténtica Falbalá, sino de Latraviata, la gran actriz de Roma quien debe interpretar el papel de la bella y joven gala. Para engañar a los galos, la actriz debe interpretar a una amnésica Falbalá quien sólo puede recordar a Obélix, quien es débil ante los encantos de ella.
Guiada por Telemóbilus, es llevada a la aldea. Aunque todo es muy sospechoso ya que Falbalá se encuentra sin Tragicómix, su esposo, todo parece marchar bien y Obélix le regala el casco a Falbalá/Latraviata, pero una discusión entre Astérix y Obélix deja al primero amnésico. Luego de unos cuantos altercados, Astérix recupera la memoria y se reconcilia con Obélix y luego de que Latraviata logra hurtar la espada, ella decide aceptar la idea de Astérix de llevarla a Condate. Mientras, ahí, la auténtica Falbalá se entera de que los padres de Astérix y Obélix han sido encarcelados, por lo que decide ir a la aldea a informarles a sus amigos. Sin embargo, en el camino, ocurre un cruce entre la Falbalá falsa y la Falbalá auténtica, donde descubren que en realidad se trata de la actriz romana. Ahí, Astérix y Obélix se enteran de lo que ha pasado con sus padres y deciden ir a Condate a rescatarlos, donde luchan contra Bonusmalus y sus fuerzas. Ahí en Condate se encuentran con Julio César, quien envía a Bonusmalus y Pompeyo a los desiertos africanos.
En agradecimiento, el César les da a los galos un César de Oro, el cual le regalan a la actriz Latraviata, quien se muestra muy agradecida y arrepentida de haber participado en todo esto. Tragicómix y Falbalá llevan a Astérix, Obélix y sus padres de vuelta a la aldea, donde celebran un banquete.