Astérix y Cleopatra es el sexto álbum de la serie de historietas de Astérix el Galo.
Publicado por primera vez como una serie de tiras cómicas entre el número 215 (5 de diciembre de 1963) y el número 257 (24 de septiembre de 1964) de la revista Pilote.
Julio César y Cleopatra se encuentran en una fuerte discusión, ya que el primero piensa que Alejandría, el pueblo de la reina egipcia, está en decadencia. Cleopatra quiere demostrarle al César que está equivocado, mandando a construir un palacio en sólo tres meses. Para ello, la reina egipcia acude a Numerobis, uno de los mejores arquitectos del pueblo de Alejandría y le encomienda esta gran misión, lo cual sería difícil en tan corto tiempo. Cleopatra le dice que lo cubrirá de oro si logra esta tarea; de lo contrario, ella lo arrojará a los cocodrilos. Sin embargo, Numerobis a su vez decide acudir a su viejo amigo, el druida Panoramix, a quien va a ver personalmente a la aldea gala para pedirle su ayuda. El druida decide acompañar al arquitecto egipcio, acompañado obviamente de Astérix y Obélix, este último lleva consigo a Idéfix, a pesar de la prohibición de Astérix debido a que el perrito era demasiado pequeño para un viaje de ese tipo. Todos se dirigen en una galera egipcia hacia Alejandría.
Al llegar a Alejandría, Numerobis se presenta ante Cleopatra, presentándole además a sus amigos galos quienes le ayudarán en esta tarea. En casa de Numerobis, los galos conocen a Milapis, escriba del arquitecto, además de Paletabis, otro arquitecto egipcio, el rival de Numerobis. Paletabis es muy rico, malvado y ambicioso y está celoso por no ser el elegido de Cleopatra, por lo que decide a toda costa hacer que Numerobis no logre su misión, comenzando con incitar a los obreros de Numerobis a hacer una huelga por las condiciones laborales, lo que se soluciona con la poción mágica de Panoramix. Sin embargo, Paletabis manda a su mano derecha, Tornabis, a pagarle al jefe de la caravana para que no traiga el cargamento de piedras necesarias para construir el palacio y las tire al Nilo. Al llegar, les miente a Numerobis y compañía diciendo que las canteras están agotadas. Sin embargo, el jefe de la caravana termina confesando su felonía gracias a las palizas de Obélix. El jefe de la caravana dice que hay muchas piedras en las canteras y está dispuesto a buscarlas. Pero para evitar que los vuelva a engañar, Astérix, Obélix y Panorámix se disponen a acompañarlo en el viaje.
En el viaje de ir por buscar piedras, Tornabis encierra a los tres galos en una pirámide, de la que logran salir gracias al instinto de Idéfix. Sin darse por vencido, Paletabis decide enviar un pastel envenenado a Cleopatra a nombre de los tres galos, quienes resultan ser encarcelados cuando el catador prueba el pastel. Sin embargo, gracias a un antídoto con el que además logran curarlo, ellos logran convencerla de que el pastel no estaba envenenado y que el catador solo estaba delicado del estómago. Al salir del calabozo, los galos se enteran de que Numerobis ha desaparecido, por lo que Astérix y Obélix deciden ir a la casa de Paletabis, sospechando que él fue quien lo secuestró, para que les diga dónde encerró a Numerobis, quien estaba encerrado en un sarcófago. Paletabis y Tornabis, arrepentidos, se unen a Numerobis y los galos en su misión de construir el palacio, pero ahora es Julio César quien quiere impedir a toda costa que Cleopatra gane la apuesta.
En medio de la lucha contra los romanos, éstos deciden usar máquinas de guerra y comienzan a destruir el palacio, por lo que los galos y los egipcios deciden enviarle un mensaje a Cleopatra, quien llega a tiempo a detener los planes de Julio César. Luego de esto, se completa el tiempo y el palacio es construido a tiempo. En un banquete para celebrar esto, Numerobis revela que se ha reconciliado con Paletabis y ha formado una sociedad con él. Con esto, nuestros héroes galos se ganan la gratitud de la reina Cleopatra y vuelven a la Galia, donde se celebra un banquete en su honor. Luego de esto, se ve al final que Obélix le da forma egipcia a sus menhires, lo que no pone nada contento a Abraracúrcix.
Elizabeth Taylor fue la clara inspiración para retratar a la reina Cleopatra, a quien la actriz interpretó en la película del mismo nombre de 1963. Luego de ir a ver la película, Goscinny y Uderzo se inspiraron en ella para elaborar el álbum, ya sea retratando ciertos aspectos y personalidad de Cleopatra, como tomando elementos de la misma película:
Cleopatra cambia a cada momento de traje, tal como en la película.
Al igual que en la película, Cleopatra usa carrozas exageradas para desplazarse de sitio. Éstas tienen forma de esfinge y son tiradas por esclavos.
La portada del álbum es una clara parodia al poster promocional. En la editorial de Dargaud, se detalla además todo lo que se usó para elaborar esta aventura, igual que en la película que en su momento fue la más cara de la Historia.
Al igual que en la película, la reina se encuentra sentada en un trono, presidido por una estatua del dios Horus.
La perfecta y puntiaguda nariz de Cleopatra hace referencia a la frase de Blaise Pascal: "Si Cleopatra hubiera tenido una nariz más corta, hubiera cambiado la faz del mundo".
La segunda película animada de la serie de historietas está basada en este álbum.
Cuando los tres galos visitan las pirámides en Egipto, la frase que le dice Panorámix a Obélix: "Desde lo alto de estas pirámides, veinte siglos nos contemplan" es una alusión a la frase que dijo Napoleón durante su estadía en Egipto.
En 2002 fue de nuevo adaptada al cine, en esta ocasión, con actores reales entre los que destacaba la actriz italiana Monica Belluci en el papel de la reina egipcia. https://www.imdb.com/title/tt0250223/?ref_=nv_sr_2
